22/06/2017

Damos las gracias por aquella noche en la que aparecisteis en nuestra vida. Donde dos cachorritos estaban esperando en una carretera deseando encontrar una familia que realmente las quisiera. Fue una de las mejores decisiones que tomamos, ya que día tras día nos lo habéis agradecido con vuestra alegría. Erais tan iguales pero a la vez tan diferentes, que eso hizo que nos enamorásemos más de vosotras. 

Lluna nos has demostrado que eres una campeona, a lo que jamás pensábamos que pudieras hacer frente tu sola, lo hiciste. Siempre nos ha sorprendido que pese a tu edad, nunca has perdido la vitalidad, tus ganas de jugar y hacer una de tus trastadas (que no han sido pocas). Una perrita que no volveremos a encontrar: que dormía encima de un tejado, que llevaba una doble vida (porque ya nos hemos enterado que también ibas a casa del vecino a cenar), y cuando se sentía estresada se daba un chapuzón en la piscina sin pensarlo. Nos has dejado una parte de ti (Aysel y Skat), que cuidaremos como lo que son: un tesoro. 

Estrella tú nos dejaste semanas después. Una mañana en la que decidiste dejarnos para irte con tu hermana, donde nos destrozaste por completo. 

Nos quedamos con el recuerdo de una perrita tranquila pero con carácter, con mucha ternura y obediente (lo contrario a tu hermanita). Eras todo un ejemplo. La pérdida de Lluna hizo que la tristeza se adueñara de ti, y se esfumase todo tu ser. 

Esperamos que allá donde estéis permanezcáis juntas, y seáis lo que habéis sido siempre: una sola. 

Gracias por haber compartido vuestra vida a nuestro lado. 

Os echaremos mucho de menos.

Hasta siempre.