CLEO

15/02/2016

Se llamaba Cleo. Su cuerpo gritaba «¡muerte!» mientras su mirada luchaba por la vida. Yo vi los sueños impresos en su alma. ¿Y dónde está ahora Cleo? ¿Dónde estás, amor mío? No pude leerlo en tus ojos vidriosos, en tus cuerpo paralizado. No volverás a despertarme al alba ni a besarme con tu diminuta nariz. Tu pequeña nariz que imploraba cariño. Un cariño injustamente negado hasta que llegaste a nosotros.

Cleo, mi querida Cleo, sé que estás en el paraíso, en tu paraíso, el mismo que te has ganado por cada día que luchaste por vivir. También tus ojos, tus besos, tus maullidos y tu pelaje han quedado impresos en mi corazón.

Para siempre...

Nunca, nunca, nunca te olvidaré, mi niña.

Du bist im Himmel.

1/10/2015-6/2/2016