ASIA
26/11/2025
18.11.2025
Asia, mi amor, mi princesa..
Me está costando mucho escribir este texto porque lo único que quisiera es seguir encontrándote en cada rincón de la casa.
Te fuiste tan rápido amore mio, casi sin darnos el tiempo de entenderlo..
Aún busco tus ojos color jade que me miraban con esa calma que solo tú sabías darme.
Esta semana ha sido muy dura, las mañanas sin ti llevándome al sofá y pidiéndome tu dosis de besitos, han sido muy raras..
Te ofrecía mi frente y tu acercabas tu cabezita a la mia, como si me dijeras: “aquí estoy, contigo, siempre.”
Tus maullidos delicados pidiéndome salir al jardín, tu forma de empujar la puerta para regresar en casa.. ay como las he hechado de menos..
Contigo aprendí lo que es un amor tranquilo, profundo, sin ruido.
Diez años de paz, de compañía, de rituales que eran hogar: tu barriguita al aire pidiendo mimos, tus patitas amasando el aire, le spazzolatine dopo cena, media hora de nosotras, mientras Berni ya estaba en la cama esperándonos. Esas cabezadas llenas de fuerza y amor que dabas cuando querías decirme “más, sigue, estoy feliz”.
Dormías pegadita a mí, solo a mí… Yo era tu persona, y sentir que me elegiste es un regalo que guardaré para siempre.
Asieta, puzzetta mia… gracias.
Gracias por tu delicadeza, por tu dulzura infinita, por cada día en el que tu presencia hacía más ligero un día torcido en el trabajo. Gracias por recibirme siempre con amor, por regalarme tus silencios, tus miradas, tu confianza absoluta. Gracias por ser familia.
Te amo más de lo que sé decir.
Y aunque ahora me duela cada recuerdo, sé que este amor es más grande que el dolor.
Porque tú sigues aquí, patata. En tu esquinita del jardín tomando el sol, en la esquina del sofá, en la cama donde te tendías a soñar… y sobre todo, sigues en mí.
No es un adiós, mi vida.
Es un “gracias por tanto” y un “te llevo conmigo para siempre”.
Until we meet again.