Leo, ya estás con Puck, seguro que te está comiendo a besos, saltando de alegría. Has sido el gato más bonito del mundo, tan listo, tan juguetón... Tu misión de vida fue iluminar la mía, llenarme el corazón de ronroneos, pelitos y juegos de ambulancias. Inmensa conexión la que hemos tenido los dos. Será siempre eterna. Hoy, otra vez, me toca negociar con la vida y aprender a estar sin ti. Ahora sin los dos. Cuidadme allá donde estéis y jugad, no dejéis de hacerlo. Siempre eterno.